Después de aquel beso me quede impactada ya que… como
cualquier chica que nunca ha recibido un beso se quedaría igual que yo. Cuando
aquel joven tan bello me dejo de besar mis ojos se volvieron cristalinos y
empecé a llorar tirándome al suelo como cual niña pequeña.
-¿Por qué, por qué a mi?
–Dije entre lágrimas.- Si hay un
montón de chicas en este instituto y todas son más lindas que yo y… mi primer
beso se lo iba a dar a Akaito…
-¿Akaito?, Lucil ya ni me recuerdas yo soy Akaito. Aun me
acuerdo de aquella promesa ¿Cómo era Lulu-chan?. – En aquel instante supe que
era Akaito ya que los únicos que me llamaban así eran mis padres y Akaito.-
-Akaito… ¡Akaito¡ yo… yo… estoy enamorada de otra persona.
–Me abrace entonces a la cintura de Akaito.-
-Lulu-chan no te preocupes cuando tengas que elegir te
enseñare que yo soy el mejor de todos tus pretendientes.
-¿Todos?...- Dije con intriga por lo que este decía.-
-Si todos. Tu padre pidió antes de morir a un montón de
chicos que lucharan por casarse contigo.-
-¿Uno se llama Cecil? –Dije con mucha emoción.-
-Si, pero como sabes tu ese nombre Lulu-chan.
-No nada solo me lo imagine… -En mi mente pensé estas
palabras: -Gracias papá.-
En aquel momento sonó el timbre…
-¡Ah! Por cierto estamos en la misma clase me presentaron en
el recreo. Llevémonos bien ¿vale?
-Si…
Al llegar al aula mire hacía ambos lados y divise el pupitre
de Cecil. Cuando mire hacía el no podía ver nada más que faldas…
Cuando llego el maestro a la clase cada una se sentó en su
sitio pero antes… Una me empujo. Antes de llegar al suelo pude observa una mano
la cual me salvo de caer cuando mire hacía arriba era Akaito….
-Akaito, me has salvado muchas gracias.
-No- no es la gran cosa Lulu-chan ya sabes que los mejores amigos se deben ayudar.
-¡Si¡ -Dije posando mi mano para que me ayudara a levantar.
Pero no fue la mano de Akaito la que me subió del suelo era una mano que yo
desconocía… Pero su olor era tan bello. Cuando al fin conseguí levantarme mire
a los ojos a la persona que me ayudo a levantarme. Este era un chico rubio como
el oro con ojos de un azul mar muy bellos.
-Gra-gracias. –Dije mirándole a esos ojos de forma que me
hacía inundarme en ellos. Mi nombre es Lucil Anaye Zetsuo encantada. –
En ese segundo ese chico me beso en la boca abrazándome
delante de toda la clase.
Todo el mundo se quedo callado menos Cecil que le pegó un
empujón diciendo:
-Bebé de mamá ella es mía aléjate ya.
-¡¿Qué?!- Dije muy sorprendida.
No se si e de ser
feliz o triste ellos tres pelean por mi…